Comodidad, ligereza, movimiento, naturalidad y elegancia. En una palabra: lino. Especialmente si hablamos de pantalones.
El comienzo del verano coincide con el regreso de una prenda atemporal, que no puede faltar en tu armario ni en tu maleta: los pantalones de lino son una certeza, la expresión más espontánea de un estilo que no busca el efecto, sino el equilibrio.
Una constante que acompaña el ritmo de los días de verano, en los que a menudo nos encontramos yendo de la playa a la ciudad sin pasar por casa.
Son frescos incluso en los días más calurosos e irremplazables para cualquier ocasión, desde el tiempo libre hasta la oficina.