El lino es un aliado perfecto, se adapta a ti sin importar dónde vayas o qué te depare el día. ¿Para la oficina? Un traje de pantalón y chaqueta con cierre cruzado de doble botón, top de seda y tacones altos para crear un look impecable. ¿Tu mejor amiga se casa junto al mar y tú serás la dama de honor? Un vestido verde oliva adornado con maxipendientes dorados, con un corte ligeramente acampanado para que ondee al ritmo de la música cuando el DJ llegue y comencéis a bailar. O bien una falda con vuelo y maxiestampado floral, junto a unas sandalias de cuña y una camisa sensual de crepé de georgette semitransparente con cuello de lazo. Podría seguir, pero estoy segura de que cada una de nosotras tiene su propia manera de interpretar el lino. De hecho, me encantaría descubrir cómo lo lleváis vosotras.
Más allá del outfit que elijáis, no os empeñéis en quedaros de pie solo para mantener intacto el aspecto del lino.
Y si vuestro espíritu de “miss impecable” es más fuerte, mejor dedicad atención a su cuidado. Un lino lavado, secado y planchado de forma adecuada será mucho menos propenso a arrugarse.
¿Todavía tenéis dudas? Tranquilas, existe el lino lavado y tratado con suavizantes naturales que lo hacen más elástico, además de mezclas con algodón o seda. Venga, disfrutad del lino sin preocupaciones, es tan refrescante como la brisa marina cuando os despeina la melena.