Imaginemos mi look para el Primavera Sound Porto: una blusa de muselina con cuello chal, detalles de encaje y plisado, combinada con unos pantalones jogging fucsia de cintura elástica. Para el Rock en Seine de París, me veo con un vestido camisero de Oxford de algodón sujeto a la cintura con un ceñidor y adornado con una lluvia de micropuntos metálicos.
¿Me regaláis una entrada para el Sónar de Barcelona? En la maleta meto unos pantalones cortos de popelina amarilla y, en lugar de la típica camiseta, os sorprendo con un chaleco blanco de raya diplomática, una prenda de aire oficinista reinterpretada en clave supercool y llevada sin nada debajo. Y luego está Glastonbury, el festival inglés por excelencia, uno de los más emblemáticos de todos los tiempos.
Allí conviene ser previsoras y, además de las clásicas botas de agua imprescindibles con la lluvia casi asegurada, recomiendo vestir a capas. Un vestido largo de muselina con estampados setenteros no puede faltar. Y en el bolso bandolera de lona negra llevo unos pantalones de punto de denim muy compacto, para ponérmelos bajo el vestido si refresca por la noche.
Uy, se me olvidaba, también me encanta el Montreux Jazz Festival y allí, sorpresa, sí que llevo una camiseta blanca, pero la combino con una falda de tejido jacquard color chocolate y suavizo el conjunto con un broche floral de organza beige.