El burdeos es el nuevo negro. Borgoña, burdeos, color vino… Llámalo como quieras, pero te invito a que, por una vez, dejemos de lado el indiscutible negro y nos aventuremos en las profundidades de uno de los colores más nobles que existen. Tiene la misma pasión que el rojo, con tonos más intensos que le confieren encanto y misterio. Tiene carisma, ha sido símbolo de poder desde la antigüedad y sus tonalidades de púrpura le confieren un toque adicional de elegancia. Pero su verdadera genialidad reside en que combina con todo, realza la belleza de cualquier silueta y es uno de esos tonos de los que nunca te cansarás.